Y es que tampoco tienes mucho por lo que preocuparte, la vida sigue su curso como siempre y no tienes porque pensar en problemas absurdos e innecesarios. No te ralles, no llores, disfruta de todo lo que tú sola has conseguido y a lo que tú has llegado. Los demás problemas no tienen importancia porque, al fin y al cabo, lo tienes a él que es lo único que importa. Y si no fuese por eso todo sería realmente un verdadero caos.
¡Ohh!
ResponderEliminar¡Qué bonito,María!
Y la foto es preciosa <3